La Gilda
Todo empezó con un palillo, una antxoa, una aceituna y una piparra. Quién nos iba a decir que muchos, muchos años más tarde lo de poner un palillo para hacer un pintxo terminaría en "Alta Gastronomía en Miniatura".
Está claro que estábamos en deuda con la gilda y es de ley reconocerlo, por eso surgió Gilda Eguna.
El origen
La Gilda es el pintxo por excelencia de Donostia. Se dice que su nombre “Gilda” comenzó a utilizarse sobre los años 40 en el bar donostiarra Bar Casa Vallés ubicado en la Calle Reyes Católicos.
Se tenía por costumbre acompañar las consumiciones de los clientes con aceitunas, otro tipo de encurtidos e incluso con anchoas. Un cliente conocido en el barrio por Txepetxa, comenzó a ensartar en un palillo la aceituna, con una guindilla en vinagre y una anchoa mientras bebía su vino.
La clientela del bar comenzó a imitar a Txepetxa y al final se puso nombre a la creación por una película que proyectaban los cines: Gilda. El personaje de Rita Hayworth tenía escandalizada a la sociedad de la época por estar muy lejos de la idea de mujer que se tenía entonces. El pintxo recibió el nombre de Gilda porque era verde, salada y un poco picante.
Fácil de preparar
Su simplicidad y el poder de conservación que tiene ha hecho de este pintxo una referencia en las barras de miles de bares vascos. Aceitunas, anchoas y piparras unidas por un palillo.
El truco de una buena Gilda es que la piparra/guindilla no sea muy grande y tenga un puntito de vinagre, la anchoa sea fina y sin barbas, y la aceituna sea del tipo “Manzanilla” sin hueso. Se debe tomar de un bocado para disfrutar de todos los aromas y sabores a la vez.